lunes, julio 22, 2013

¿Por qué las personas no hacen lo que tienen que hacer?

"¿Por qué las personas no hacen lo que tienen que hacer?" "Ven la tempestad y no se hincan". Cada vez es más frecuente ver a los dirigentes de empresa haciendo esfuerzos extraordinarios para hacer frente a las demandas del entorno cambiante. Los desafíos son colosales y para colmo no encuentran en sus colaboradores el esfuerzo solidario que aquellos esperan dadas las circunstancias.

En mis veinte años como consultor de empresas veo cómo este patrón se repite una y otra vez, lo cual lleva mi reflexión hacia dos puntos:

El primero es que para muchos dirigentes el comportamiento de las personas en la empresa es terreno desconocido. En nuestras organizaciones el conocimiento de las personas es insuficiente. Los dirigentes conocen sobre el comportamiento de sus clientes y ajustan sus acciones para adecuarse al mercado. Sin embargo, no entienden porque las personas en su empresa se comportan como lo hacen y siguen ejecutando las mismas acciones una y otra vez, hasta la desesperación.

El segundo punto es que ciertamente este planteamiento no abre posibilidades a los dirigentes. Al contrario, les deja una sensación de impotencia y frustración. Piensan que el problema son los colaboradores. No encuentran porque la gente no responde. Les frustra constatar que a pesar de todos sus esfuerzos la gente es ingrata, desleal y desconsiderada.

Al ver las dificultades por las que pasan las empresas, en particular la pequeña y mediana, y por otra parte conociendo los avances que hay en diversas partes del mundo para potenciar el talento individual  colectivo, creo que es necesario hacer accesible los conocimientos y la prácticas para desatar el potencial humano en nuestras empresas.

 Estoy seguro que tanto en los dirigentes como en los colaboradores hay talento de sobra y que tenemos capacidad para que la gente ordinaria haga cosas extraordinarias.
Somos capaces de aprender e innovar rápidamente. Tenemos talento para generar y aplicar conocimiento para crea valor y crear bienestar y crecimiento para todos.
Podemos hacer de nuestras organizaciones "un mejor lugar para vivir, trabajar y divertirnos".
Lo que hace falta es facilitar el acceso y proveer inspiración a los dirigentes para que aprendan a aprender.

En las próximas entradas voy a profundizar en estos dos puntos. Creo que necesitamos encontrar maneras de acelerar nuestro conocimiento de las personas (de tal manera que los dirigentes muestren la efectividad de tal conocimiento a través del comportamiento de su personal) y por otra parte necesitamos cambiar la pregunta sobre el no compromiso del personal. Es necesaria una nueva formulación que devuelva a los dirigentes la confianza y el entusiasmo derivados de saber que está en sus manos la solución y que no depende de factores externos.

Espero que este planteamiento toque fibras sensibles de tu ser y podamos establecer un diálogo que nos ayude a alumbrar caminos. Agradezco de antemano tus aportaciones.

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