martes, noviembre 30, 2010

La empresa como plataforma de desarrollo de las personas

Las empresas enfrentan nuevos desafíos que no pueden resolverse con el viejo modelo: deben ser más flexibles y cambiar a mayor velocidad -advierte Gary Hamel y luego remarca: "tienen que aprender a innovar continuamente, y crear ambientes de trabajo que alienten a las personas a dar lo mejor de sí mismas".

Se dice fácil, ¿pero estamos conscientes del reto que esto implica para quienes dirigimos una empresa? Por un lado tenemos la urgencia de crear valor. Los clientes cada vez son más exigentes y no pagan sino ven claramente el valor que hemos generado para ellos. Cada vez hay menos posibilidades de ganar dinero sin crear un valor real.

Para crear valor necesitamos innovar. Pero ya no basta poner a trabajar el genio de unos pocos. Necesitamos que todo mundo en la empresa ponga a trabajar sus capacidades superiores y busque nuevas maneras de crear valor para todos.

La empresa cambia entonces radicalmente su función. Ahora se convierte en un centro de reflexión - acción para crear valor. Ya no es el lugar donde se fabrican o distribuyen cosas. Ahora es un centro de pensamiento donde las personas piensan e interactúan para mejorar productos, servicios, mercados, formas de organización.

Antes las personas iban a trabajar para ganar dinero. Tenemos que cambiar esa mentalidad. Hemos de hacerles comprender que la empresa no podrá ganar dinero si antes no ha creado valor para el cliente. Tenemos que lograr que entiendan que su función no es simplemente cubrir un horario de trabajo sino que ahora lo que importa es crear valor.

Es alta la probabilidad de caer en la tentación de querer lograr el cambio de mentalidad con discursos. La vía más segura es cambiar las condiciones para que nuestra empresa se convierta en una plataforma de desarrollo de las personas.

Esto implica primero un cambio radical en nuestra manera de ver a las personas. Ningún directivo se va tomar la molestia de cambiar nada en la empresa si no ve a las personas como la clave para crear riqueza hoy. Solo cuando se entiende el papel protagónico que hoy tienen las personas para la creación de valor, es cuando podremos empezar, en serio, a tomar medidas concretas para "las personas" aporten lo mejor de sí mismas.

Lo curioso es que cuando las personas aportan lo mejor de sí mismas se desarrollan. Así llegamos, a la mejor sin pretenderlo, a descubrir que la empresa tiene un papel de una importancia insospechada para el país pues no solamente crea riqueza, sino que además, por su naturaleza, tiene que propiciar el desarrollo de las personas. ¡Vaya que es valiosa la contribución de la empresa!